El salteño Gustavo Sáenz, el compañero de fórmula de Sergio Massa decidió correrse de la campaña nacional para apuntalar a los precandidatos a diputados del massismo en su provincia, Alfredo Olmedo y José Ibarra.

El intendente electo de Salta y precandidato a vicepresidente está enfocado en garantizarse al menos el ingreso de uno de sus aliados a la Cámara de Diputados.

Sáenz fue elegido candidato a vicepresidente de Massa casi a última hora, después de que el líder del Frente Renovador tuviera que descartar varias opciones. El primer intento fue convencer a José Manuel de la Sota de que decline su postulación presidencial y acepte una fórmula de unidad. Ante la negativa del cordobés, Massa quiso seducir a los radicales Julio Cobos y Nito Artaza, también sin éxito.

El salteño fue el único dirigente que le reportó un triunfo a Massa en lo que va del calendario electoral, al vencer al PRO en las primarias y luego al candidato de José Manuel Urtubey en las generales.

A pesar de ser intendente electo y de tener que asumir en diciembre, Sáenz accedió a ir en la fórmula nacional. Obligado a dar explicaciones en su ciudad, un día después de ser elegido por Massa como su compañero, admitió que lo hizo como un favor y sugirió que aceptaba porque pensaba que no ganarían.

Fue su primer gran traspié de la campaña. El Frente Renovador tuvo que montar un operativo de emergencia para mostrar unida a la fórmula, pero desde ese momento fueron muy pocas las veces que se los vio juntos en campaña.

Sáenz junto a José Ibarra y Jorge Guaymas

De hecho, en las últimas semanas Sáenz se preocupó claramente por hacer campaña por los dos precandidatos a diputados nacionales del Frente Renovador en Salta. Olmedo e Ibarra competirán en la primaria y ambos dicen tener el apoyo del intendente electo, que se encarga de mostrarse con los dos.

Días atrás, Sáenz recorrió Orán junto a Olmedo y se comprometió a trabajar con el ex diputado. Pero también acompañó a Ibarra en un acto en Salta capital, en apoyo a la candidatura del sindicalista.

Es claro que el esfuerzo de Sáenz está en conseguir que Olmedo o Ibarra se metan en el Congreso nacional para al menos tener un diputado nacional que le responda, de cara a su futura gestión. A esta altura, el que aparece mejor perfilado es el excéntrico Olmedo, que cuenta con un importante despliegue en el interior provincial y cuantiosos recursos para realizar su segunda campaña del año. En tanto, el líder de los taxistas confía en su poderío en la capital provincial.

Salta representa el 2,97 por ciento del padrón nacional, aunque deberá pelear contra el fuerte respaldo de Urtubey a la candidatura de Daniel Scioli. 

Sáenz junto a Olmedo